Mochilero en Galápagos: ¿es posible el turismo de bajo costo?

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Galápagos tiene la reputación de ser un destino hermoso, pero costoso. Cuando uno inicia la búsqueda de cotizaciones para viajar por primera vez al archipiélago puede llevarse un susto al ver precios de cruceros. 

No cabe duda de que comparado con otros destinos de América Latina, Galápagos puede resultar un poco inalcanzable para viajeros low cost, incluso de la región.

Pero no es un destino imposible de visitar. No ahora. En los últimos años, Galápagos dejó de ser un destino netamente de cruceros, es decir, que solo se puede recorrer las islas a bordo de un barco.


Desde el 2006, la dinámica de la llegada de turista ha ido variando, pues el turismo ya no solo está basado en recorridos en crucero, donde el pasajero duerme y recorre las islas en embarcaciones, sino que un amplio porcentaje de visitantes llega a los centros poblados, hace base en una de las islas y desde allí toma tours diarios.

De hecho, en el 2009 por primera en la industria del turismo en Galápagos el número de visitantes que llegan a embarcaciones fue superado por los turistas que hacen recorridos desde tierra.

De crucero

El turista que por lo general llega a Galápagos para tomar tour en  barcos tiene un alto poder adquisitivo, con una tasa de gasto mayor por día. Estos buscan directamente una agencia o los cruceros y contratan paquetes antes llegar. 

Esos paquetes de lujo pueden estar entre 1.500 y más de 5.000 dólares, dependiendo del número de días, el barco y el itinerario.  Son paquetes donde el visitante ya se ajusta a un itinerario establecido al llegar a las islas. 

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De tierra

Mientras que el viajero que pernocta en las islas tiene un nivel de gasto menor, pero es el que mueve la economía de los  hoteles y restaurantes de gama media y populares de las islas. 

Dentro de este último grupo hay viajeros de todos los estratos, aquellos que arman sus viajes por cuenta propia, visitan dos o tres islas, y los que llegan con presupuestos no tan holgados, solo están pocos días, pernoctan en una isla, visitan los atractivos urbanos  y toman uno o máximo dos tours. 

Esta variedad de segmentos ha hecho que el abanico de opciones de servicios crezca en las islas, precisamente apuntando a atender a diferentes nichos.

Es un escenario diferente de los años 80 y 90, donde apenas llegaba una élite de turistas que era capaz de costearse cruceros de altos costos.

La democratización de los ingresos

Ese cambio tiene adeptos y detractores. Por un lado, están aquellos que creen que el destino se debe cuidar apuntando a un segmento más de lujo (menos es más), y otros que estiman que el turismo de tierra ayuda a democratizar la economía de las islas para que no todas las ganancias  se queden solo en los grandes operadores de cruceros.

Como sea, ese  turismo en tierra incluso ha empujado a que los propios ecuatorianos tengan más acceso a conocer estas islas que están a 1.000 km del Ecuador continental y que antes era un ícono distante. 

¿Mochileros en Galápagos?

La gran pregunta es: ¿los viajeros low cost tienen alternativa dentro del turismo de tierra? Se puede llegar a las islas con un presupuesto básico, para conocer lo indispensable de las islas y llevarse una perspectiva de estas. Claro, cuando se habla de básico es llegar por lo menos con 500 dólares en el bolsillo para tres  días y tomar un tour. Esto sin contar el precio del boleto del avión. 

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Por el lado de los pasajes aéreos, si se es extranjero, no hay cómo sacarle un costo bajo. Los extranjeros pagan más que un ecuatoriano. La única ventaja sería comprar con meses de anticipación y viajar en los meses que las aerolíneas llaman la temporada baja en Galápagos, que va de septiembre a mediados de diciembre. Esos meses son un poco más fríos, y los precios suelen bajar.

Hospedaje de todo bolsillo

A diferencia de años atrás, en  Galápagos hay hospedajes para todos los bolsillos. En los buscadores se pueden conseguir habitaciones desde 25 dólares la noche hasta cerca de 500 dólares en hoteles de cinco estrellas. 

Las tarifas más económicas corresponden a hostales que tienen habitaciones compartidas.  Es decir, una habitación 'comunitaria' de cuatro o seis camas que se pueden compatir con otros turistas que llegan solitarios.

De esta clase de hospedaje hay en Santa Cruz y San Cristóbal. No hace poco probamos esta experiencia. Tomamos una habitación en una hostal cerca a la avenida Charles Darwin, en Puerto Ayora. 

Esa habitación comunitaria estaba en el último piso del establecimiento, cerca a la zona del malecón. Había seis camas ocupadas por un ecuatoriano y cinco extranjeros. El cuarto tenía dos baños, aire acondicionado y un wifi con señal débil. Unas mesitas cerca a cada cama.  Era temporada alta. 



Los extranjeros que estaban allí viajaban ligero. Con una sola mochila de excursión. Algunos habían armado su plan por cuenta propia, buscando en internet, o consultando a quienes ya habían estado antes en las islas. Sus presupuestos no eran holgados, pero suficientes para visitar Isabela o San Cristóbal, con por lo menos un tour en cada isla.

Alimentación controlada

 Dentro del grupo de foráneos que encontramos que viajaban low cost hallamos a unos que optaban por almorzar en comedores populares o las huecas de Puerto Ayora. Las huecas o agachaditos, como le llaman en Ecuador a los puestos populares, tienen almuerzos desde 5 dólares, que incluyen pescado o camarón. 

Para ahorrar, unos iban a un supermercado del malecón de Puerto Ayora para adquirir productos para los desayunos o sus  cenas. Con eso intentaban ahorar algo.

Los tours: ¿ahorro o no?

En Galápagos, los tours que se ofrecen al menudeo (no por paquetes completos) tienen precios casi estandarizados. Van desde los 70 a 250 dólares, según las islas que se quieran visitar. 

Por lo general hay quienes creen que en las islas, ya estando allí, se puede conseguir mejores precios al regatear o pedir una rebaja. Y la verdad es que eso es casi complejo. Se debe a que no todas las agencias que ofrecen los tours son dueñas de embarcaciones. La gran mayoría vende los tours y consolidan pasajeros entre todas para llenar embarcaciones y tener una buena ocupación por cada salida. Esto implica que las agencias comisionan y no pueden bajar al extremo los precios. De allí que casi todas tienen similares valores. Tal vez se consiga una rebaja si se compra dos o más tours o se haga el tours con un grupo familiar. 

Una desventaja de no adquirir un tour antes de llegar a la isla y esperar recién a estar allí para comprarlo, es que en temporada alta, ciertos tours tienen alta demanda y es posible que se tengan que esperar por cupo. Entonces, lo que se espera que sea un ahorro terminan signifiucando un mayor gasto al tener que mover planes. 

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